domingo, 5 de febrero de 2012

La Crisis en la Empresa Familiar


La palabra “Crisis” en  chino, está formada por dos ideogramas (); Uno de ellos se puede traducir como: “Oportunidad” ().

Este concepto de la crisis como un momento de nuevas oportunidades parece estar más asimilado en las culturas orientales que en las occidentales, donde la crisis aparece como un momento de recesión, de estancamiento o un momento en el que debemos retraernos y esperar. La palabra crisis nos transmite miedo, duda e incertidumbre sobre nuestro futuro.

La sensación que se tiene sobre una crisis económica, es la de estar indefenso, parece que los problemas no tengan solución sin la seguridad que nos da una economía fuerte y sólida. Además se tiene una percepción de la situación basada en la responsabilidad de terceras personas (bancos, políticos…) y es por ello que entendemos que deben ser ellos los que nos devuelvan nuestro estado anterior de seguridad, confort, facilidad de hacer negocios, tranquilidad, etc...

Y es, durante una crisis,  cuando realmente se demuestra quién hace los deberes, quién se esfuerza y quién es el empresario que apuesta por su empresa y trabaja por ella, sin importar los sacrificios y el tiempo que debe emplear en sacar adelante su proyecto. Una crisis es un proceso de limpieza o purificación, donde solamente los que están preparados pueden seguir adelante, solamente los mejores pasan esta prueba, siendo vencedores y saliendo fortalecidos, teniendo menos competencia.

Si echamos una mirada al pasado veremos que la historia está plagada de crisis y de momentos de recesión, así como también momentos de bonanza. Algo que se repite con el tiempo, y por lo que han pasado muchas de las empresas que hoy en día están a nuestro alrededor. Si preguntas a una de estas personas sobre cómo mantuvo su empresa en pié durante periodos de guerra o recesión, seguro te dirá que su familia trabajó duro y mantuvo una actitud positiva ante la adversidad, además de que supo adaptarse a lo que aquel momento requería.  
 
En resumen:

-          Trabajo duro, esfuerzo.
-          Renunciar a ciertas comodidades, hacer sacrificios.
-          Adaptación al momento concreto, cambios en la forma de hacer negocios.
-          Actitud positiva y la importancia de la *resiliencia.

*Resiliencia: capacidad de los sujetos para sobreponerse a períodos de dolor emocional y traumas, saliendo fortalecidos.

El secreto está en mirar a la crisis como una oportunidad para la mejora y para el aprendizaje, dejando de asociar la palabra crisis a la palabra fracaso o al miedo.

Cuando una persona, como individuo, está en crisis, es decir, cuando está en un proceso de cambio, tiene dos caminos:
  1. El camino de la depresión o de la inacción.
  2. El camino del renacimiento como una persona aún más fuerte.

Esta decisión es la que determina si queremos crecer y ser más fuertes o si queremos dejarnos vencer por el sentimiento de inseguridad que nos provoca lo desconocido.

No temas a lo desconocido, ten más miedo de ti mismo.

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