En los tiempos que corren, la crisis económica hace que los negocios deban reinventarse, imaginarse de nuevo, ser innovadores y tomar acciones con rapidez. Algo a lo que deberíamos acostumbrarnos ya que estamos en una época de cambio constante. En nuestra empresa, normalmente disponemos de una amplia variedad de datos, que nos ofrecen una valiosa información de aquello que podemos hacer o dejar de hacer para avanzar por el camino correcto.
Comprender que cualquier cambio en las leyes, en la política, en la economía, puede afectar a nuestros negocios y que somos los responsables de modificar nuestro enfoque para poder seguir adelante, es esencial. Este tipo de cambios se dan sin necesidad de una crisis mundial. Un cambio en una ley hace que unas empresas lo pasen mal si no modifican su actividad y beneficia a otras que ya tenían un modelo distinto o que saben adaptarse rápido.
Comprender que cualquier cambio en las leyes, en la política, en la economía, puede afectar a nuestros negocios y que somos los responsables de modificar nuestro enfoque para poder seguir adelante, es esencial. Este tipo de cambios se dan sin necesidad de una crisis mundial. Un cambio en una ley hace que unas empresas lo pasen mal si no modifican su actividad y beneficia a otras que ya tenían un modelo distinto o que saben adaptarse rápido.
Nosotros estamos dentro del negocio, lo conocemos, conocemos a nuestros clientes. Hagamos que ese conocimiento sea nuestro mejor valor y ofrezcamos de nuevo lo que el cliente demanda o necesita. Formulemos las preguntas adecuadas que nos lleven a entender las necesidades actuales y como solucionarlas, al final una empresa soluciona un problema particular.
¡ Es tan sencillo como eso!
Es el empresario el que empuja hacia arriba, el que hace cambiar la dirección de la empresa, el que cambia la tendencia negativa en los resultados. Nadie más que el empresario y solo él.
Debemos darnos cuenta de que la responsabilidad última de un negocio y de su funcionamiento es del empresario, ya sea una sola persona o un grupo directivo. Son las decisiones, las actitudes y los hábitos de estas personas o persona los que hacen la diferencia y los que ayudan a conseguir el éxito en la empresa.
No es algo sencillo, tampoco es algo imposible. Mientras que exista una posibilidad hay esperanza y es posible conseguirlo, por muy mal que veas las cosas.
El mejor consejo ante la necesidad de cambio en la empresa es la aceptación del cambio como algo natural, creando un hábito de abrazarlo, de agradecer el cambio, de ilusionarse con el. En el cambio esta la mejora, en la mejora esta la demanda y con ella llegan los buenos momentos.
Echar la culpa a otros no solucionará nuestro problema.
Positividad, esfuerzo, constancia, adaptabilidad, gestión mediante el análisis de los datos, aprendizaje constante, determinación, son algunos de los ingredientes necesarios para el éxito.
Estos ingredientes, que debe tener el empresario y los componentes de la empresa, son más importantes que nunca en el momento actual, en el que la empresa depende exclusivamente de nuestro esfuerzo y de nuestro saber hacer.
