lunes, 4 de junio de 2012

Lentitud en los procesos

Si de algo debe enorgullecerse la empresa familiar y el pequeño negocio es de la rapidez de sus movimientos, ya que las decisiones se toman entre un pequeño grupo de personas.


La razón por la que las decisiones no se toman o se hacen eternas es sencillamente la falta de acuerdo entre los integrantes de la empresa, asociada a la falta de liderazgo o la inexistencia de un responsable último.


La falta de acuerdo deriva en una situación de estancamiento, principalmente porque no existe la figura que toma la decisión definitiva . En muchas ocasiones nadie quiere ser el responsable último o no se permite que nadie tenga esa responsabilidad, por miedo a que los demás tengan que acatar las ordenes de esa persona. Debemos recordar que es necesaria la figura del responsable, de la persona que debe tomar las decisiones y asumir las responsabilidades.

Se deben tomar decisiones y hacer que la empresa siga adelante, asumir la responsabilidad como organizador, gestor y líder y no esperar a que todo el mundo se ponga de acuerdo en los pasos que se van a dar.

La lentitud esta asociada a varios escenarios:
  • Falta de decisión.
  • Falta de entendimiento entre los componentes de la empresa.
  • No existe la figura del responsable último.
  • Hábitos no productivos que hacen que el trabajo se retrase con frecuencia.

Los hábitos que nos llevan a ralentizar nuestro movimiento en la empresa están asociados a: Distracción durante el desarrollo de las tareas, falta de un objetivo claro, no se ha establecido un mínimo de trabajo a desarrollar. También podemos incluir dentro de estos hábitos las reuniones demasiado extensas sin conclusiones, no tomar decisiones después de reunirse o tener miedo a tomar las decisiones. 


Si no nos entendemos la empresa irá lenta, si no aceptamos nuestros roles en la empresa y aquello que se nos ordene la empresa irá lenta, si no somos capaces de aceptar que la empresa es más importante que nosotros como individuos la empresa irá lenta. Es importante que cada persona realice un trabajo y que sea productiva, para eso necesitamos aceptar aquello que se nos ha ordenado e intentar realizar este trabajo de la mejor manera posible.
Es importante que el empresario junte a todos los componentes de la familia y les explique la importancia del trabajo de cada uno de ellos para que la empresa avance adecuadamente y no solo eso, también es importante que se establezcan los objetivos de cada uno de los componentes, así como el mínimo trabajo a realizar. 

En una empresa familiar o en un pequeño negocio debemos recordar que el éxito reside en que las decisiones adoptadas por el empresario se acepten y se trabaje para la consecución de un objetivo común, es aquí donde el empresario o la persona responsable debe hacer hincapié y recordarlo a todo el mundo.
Si el empresario no encuentra el apoyo necesario por parte de los componentes de la familia en sus decisiones, la empresa no avanzará o irá muy lentamente, pudiendo acabar en un desastre. 


En los años que llevo viviendo en Irlanda he encontrado una gran diferencia entre Irlanda y España, y es en la cultura de trabajo en comunidad en Irlanda y la cultura del individualismo en España. Este tipo de pensamiento no es nada bueno a la hora de gestionar un negocio que, en realidad, es un grupo de personas que trabajan buscando un mismo fin.


    Saber transmitir a los demás que nuestro trabajo en la empresa, como individuo, es muy importante para la consecución del objetivo  y hacer que toda la familia (individuos)  sientan lo mismo, es el más fuerte de los componentes del éxito en la Empresa Familiar. 


    CONSEJOS


    -          Crea una cultura de trabajo en equipo en tu empresa que garantice el desarrollo de las tareas de una forma rápida y eficiente. 
    -          Marca un tiempo para el desarrollo de los proyectos o las tareas, de esta forma te asegurarás que el la empresa avanza a un ritmo adecuado.
    -          Se el primero en enseñar con el ejemplo, realiza las tareas en tiempo y se el primero en cumplir con los objetivos marcados.  
    -          Las acciones nacen del pensamiento, pero recuerda no quedarte solamente en el pensamiento.
    -        Intenta no perder demasiado tiempo en las cosas sin importancia, la empresa necesita de ti para avanzar
     -       No te conviertas en el tipo de persona que piensa y no actúa o que promete y luego no cumple.  Toma decisiones mientras actúas, y piensa mientras trabajas



     “Lentitud es prometer, seguridad es cumplir. Anónimo



     Este es un adelanto del contenido del libro "Los errores de la Empresa Familiar y del pequeño negocio" que saldrá en las próximas semanas a la venta.  Para más información no dudes en contactarme.

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