La palabra “Crisis” en chino, está
formada por dos ideogramas (危機); Uno de
ellos se puede traducir como: “Oportunidad”
(機).
Este concepto de la crisis como un
momento de nuevas oportunidades parece estar más asimilado en las culturas
orientales que en las occidentales, donde la crisis aparece como un momento de
recesión, de estancamiento o un momento en el que debemos retraernos y esperar.
La palabra crisis nos transmite miedo, duda e incertidumbre sobre nuestro
futuro.
La sensación que se tiene sobre una crisis
económica, es la de estar indefenso, parece que los problemas no tengan
solución sin la seguridad que nos da una economía fuerte y sólida. Además se
tiene una percepción de la situación basada en la responsabilidad de terceras
personas (bancos, políticos…) y es por ello que entendemos que deben ser ellos
los que nos devuelvan nuestro estado anterior de seguridad, confort, facilidad de
hacer negocios, tranquilidad, etc...
Y es, durante una crisis, cuando realmente se demuestra quién hace los
deberes, quién se esfuerza y quién es el empresario que apuesta por su empresa
y trabaja por ella, sin importar los sacrificios y el tiempo que debe emplear
en sacar adelante su proyecto. Una crisis es un proceso de limpieza o
purificación, donde solamente los que están preparados pueden seguir adelante,
solamente los mejores pasan esta prueba, siendo vencedores y saliendo
fortalecidos, teniendo menos competencia.
Si echamos una mirada al pasado
veremos que la historia está plagada de crisis y de momentos de recesión, así como también
momentos de bonanza. Algo que se repite con el tiempo, y por lo que han pasado
muchas de las empresas que hoy en día están a nuestro alrededor.
Si preguntas a una de estas personas sobre cómo mantuvo su empresa en pié
durante periodos de guerra o recesión, seguro te dirá que su familia trabajó duro y
mantuvo una actitud
positiva ante la adversidad, además de que supo adaptarse a lo que aquel momento
requería.
En resumen:
-
Trabajo
duro, esfuerzo.
-
Renunciar
a ciertas comodidades, hacer sacrificios.
-
Adaptación
al momento concreto, cambios en la forma de hacer negocios.
-
Actitud
positiva y la importancia de la *resiliencia.
*Resiliencia: capacidad de los sujetos para sobreponerse
a períodos de dolor emocional y traumas, saliendo fortalecidos.
El secreto está en mirar a la crisis como una oportunidad para la
mejora y para el aprendizaje, dejando de asociar la palabra crisis a la palabra
fracaso o al miedo.
Cuando una persona, como individuo, está
en crisis, es decir, cuando está en un proceso de cambio, tiene dos caminos:
- El camino de la depresión o de la inacción.
- El camino del renacimiento como una persona aún más fuerte.
Esta decisión es la que determina si
queremos crecer y ser más fuertes o si queremos dejarnos vencer por el
sentimiento de inseguridad que nos provoca lo desconocido.
No temas a lo
desconocido, ten más miedo de ti mismo.
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